Luego de la derrota ante Corea del Norte, el equipo nacional debía jugar la reclasificación que definiría los puestos del 33º al 36º. Con la permanencia en la Segunda División ya asegurada, el técnico nacional Matías Alto decidió darle descanso a Liu Song, y permitirle a los demás jugadores que disputen más partidos.
El primer rival fue Eslovenia. La serie la abrieron Sas Lasan (281º del ranking mundial) frente a Gaston Alto (568º). El europeo se llevó el primer set 11-2, pero Alto se recuperó y se quedó con el segundo por 11-5. Sin embargo los siguientes dos sets fueron para Lasan, quien se adueñó de partido por 11-2 y 11-7.
El segundo partido de la serie lo disputaron Mitja Horvat (350º) y Pablo Tabachnik (329º). Pablo no jugó en su mejor nivel y cayó ante el esloveno por 8-11, 10-12, 11-2 y 7-11. Con la serie 2-0 en favor de Eslovenia, Uros Slatinsek (394º) cerró la serie al derrotar a Diego Temperley (1031º) por 11-5, 11-5 y 11-4.
El próximo rival de Argentina sería entonces Nigeria, quien venía de caer ante India por 3 a 0. En el primer punto de la serie Hakeem Hassan (363º) derrotó a Temperley por 11-7, 11-4 y 12-10.
En el siguiente partido Gaston Alto logró un gran triunfo ante Monday Merotohun (241º). El argentino derrotó al jugador nigeriano en sets corridos con parciales de 11-7, 11-6 y 11-8.
En el tercer encuentro Pablo Tabachnik se encontraba sorpresivamente frente al mejor jugador de Nigeria, Segun Toriola (106º). Recuperando su mejor juego Pablo consiguió un espléndido triunfo ante Toriola, a quien derrotó por 11-4, 11-8, 9-11 y 11-4.
Sin embargo, Monday Merotohun logró nivelar la serie superando a Diego Temperley por 11-6, 11-5 y 11-8 y luego Hakeem Hassan venció a Gaston Alto por 3-11, 11-8, 11-4 y 11-8 para darle la victoria final al conjunto africano.
Argentina finalizó de esta forma en la 36º posición, dos más abajo que en el Mundial de Bremen 2006. El seleccionado nacional cosechó tres victorias y cinco derrotas en Guangzhou, y mostró un rendimiento bastante irregular, alcanzando picos muy altos pero también algunos bastante bajos.
Los últimos dos partidos no dejan mucho para el análisis, porque son partidos de reclasificación en los cuales los equipos no presentan sus mejores formaciones y en los que los jugadores no tienen la misma concetración y motivación que en un partido por el campeonato.
Sin embargo, sí podemos vislumbrar lo difícil que será para Argentina competir en este nivel sin contar con Liu Song en sus filas. Tratándose este de un hecho no muy lejano, años más años menos, el recambio y el desarrollo de los jóvenes talentos con los que cuenta nuestro país jugarán un papel clave en el futuro deportivo de nuestro seleccionado.
