¿Cómo empezaste a jugar al tenis de mesa?
De chico jugaba muy de vez en cuando con mi hermano en la mesa de la cocina, ni me acuerdo si colocábamos algún tipo de red, o algo así. Con los años tuve un compañero de la facultad (Guillermo Brugnoni, quien también participó de circuito), con el que nos juntábamos los sábados a la noche en un bar de la Avenida Corrientes que tenía en aquel tiempo dos mesas bien al fondo.
En una de esas por Internet apareció TMT y como a mi me quedaba cerca hicimos la prueba de jugar en un torneo en el Club República, donde actualmente está el salón de ASTECA. Por supuesto que nos hicieron de goma a ambos, pero nos picó el bicho de practicar en algún club; él en TopMINC, que le quedaba cerca de su casa, y yo en el República con Alejandro Gomez, que en esa época estaba de entrenador, ya que recién había dejado el club Diego Temperley.
¿Qué es para vos el circuito TMT?
Fundamentalmente un lugar que me permitió conocer mucha gente, entablar amistades, y por supuesto divertirme jugando este hermoso deporte. Creo también que es la mejor herramienta que tiene el tenis de mesa argentino para difundr el deporte, porque la gente común se acerca a cualquier torneo, que cada fin de semana son más, juega, y si le gusta se engancha, como fue mi caso.
Estoy completamente seguro que muchos de los jugadores de Tercera, Cuarta y Quinta división de TMT jamás en su vida se hubieran imaginado participando en un torneo de tenis de mesa, habiendo nacido en este país, por la poca difusión que se le da.
¿Que sentís al ostentar el record de partidos jugados en el circuito?
Francamente no me siento recordman. Cuando empiezo un partido lo encaro como si fuera el primero que jugara, sea el rival que sea. Creo que todos los jugadores deberían hacer lo mismo, así cuando uno pierde con alguien supuestamente "inferior", no le da tanta bronca. En definitiva del otro lado hay una persona, que siente y vive las mismas cosas que uno.
Lo que sí me llenó de orgullo fue el día que alcancé los 500 partidos en Agüero, donde Luis Vittori y Gabriel Geraci me obsequiaron un banderín y los presentes me brindaron un cálido aplauso.
Sabemos que sos algo así como un "trotamundos" de TMT, ya que has jugado torneos en Mar del Plata, Dolores, Ayacucho, Bahía Blanca y San Antonio de Areco; ¿Qué tal fueron estás experiencias? ¿Qué pudiste aprender de ellas?
Te agrego un lugar más, que no he jugado torneos pero compartí un rato con la gente de allá: La Rioja, que lo visité este verano que andaba de vacaciones. Las experiencias en estos viajes fueron muy buenas, y prueba de ello es que tengo trofeos de casi todos esos lugares.
Los torneos no dejan de ser parecidos al resto, lo que se vive diferente es la experiencia del viaje en sí, donde armamos un grupo excelente de amigos del club y compartimos fines de semana, para que sean más llevaderos los kilómetros de viaje.
Creo que TMT también sirve para esto, ya que programando con tiempo se pueden concoer lugares hermosos, que están a muy pocas horas de Buenos Aires y se profundizan más las amistades entre jugadores.
Hoy en día ocupás el puesto 259 del ranking y competís en Tercera División TMT, pero en algún momento tuviste el dudoso honor de ser el último jugador de ranking; ¿Qué sentiste en ese momento? ¿A qué factores les adjudicarías tu notable progreso?
Es cierto, al poco tiempo de crearse este nuevo ranking quedé en 0 puntos, porque se me computaban los partidos anteriores que eran todos perdidos. Es más, pasaron casi 20 partidos hasta que pude ganar el primero. Espero que le sirva el ejemplo para alguno que fue dos o tres veces y no pudo salir ganando ningún partido y se desanimó.
Es natural que haya progresado, básicament