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Un ejemplo de compromiso y dedicación; Jose Luis Chamorro nos habla de todo
Ariel Gurevich | Miércoles, 07 de mayo de 2008
En un muy interesante y divertídismo diálogo, Jose Luis Chamorro, jugador de TMT y coordinador de los clubes Cultural Che Lin y Nuestro Barrio Longchelin, nos cuenta y nos da su opinión sobre los más diversos temas: el tenis de mesa, el circuito TMT, la competencia y hasta las gomas de puntos largos.

¿Cómo empezaste a jugar al tenis de mesa?

Comencé a practicar en Sol Argentino con Gabriel Levisman, a fines del 2005 y jugue mi primer TMT en 2006.  Antes jugaba al ping pong con mis amigos pero llegó un punto en que ganarle a mi abuela y mi tía no era suficiente.

¿Cómo definirías tu juego?

Mi juego es un desesperado intento de quitarle efecto y velocidad a la pelotita para entender que está pasando en la mesa.  Dicen que es defensivo... yo sólo estoy esperando la oportunidad correcta para atacar (aún no llega).  Mi generosidad es mal entendida, yo le cedo la iniciativa, el top, el ataque, el protagonismo y los errores no forzados a mi rival.  Sólo pido la victoria para mi.

¿Qué representa para vos el circuito TMT?

El circuito TMT representa una opción ineludible de felicidad.  Allí encontré la posibilidad de competir en algo que me gusta sin tantas complicaciones.  También es la fuente de nuevas amistades y un lugar de aprendizaje por excelencia (como jugador, profesor y ser humano).

En el último tiempo comenzaste a desarrollar una nueva faceta en el tenis de mesa, como entrenador y abriendo un par de clubes.  ¿Nos contarías un poco del trabajo que estás haciendo?

Con Julio Albornoz ayudamos a abrir la actividad de tenis de mesa en Marmol (Cultural Che Lin) y Lomas (Nuestro Barrio Longchelin).  Además en un hospital con Rolo (Rolando Loustric) y Julio nos divertimos jugando con chicos con problemas motores.  Durante dos años viajé una hora hasta el club más cercano todos los días, lo que me pareció injusto con la gente de mi zona.  Así que un día dejé de compadecerme e hicimos algo al respecto.

No soy entrenador, sólo un profesor de educación física que apoya este deporte y facilita la inserción de los hijos pródigos de nuevo al tenis de mesa.  ¿Cuántos vecinos tenemos todos que podriamos acompañar haciendo lo mismo?

¿Cuánto tiene que ver TMT en todo esto?

El TMT me impulsó a hacer las cosas de manera, sencilla y accesible para todos los que gusten del pingpong, que puedan descubrir este sub-mundo donde se combinan perfectamente llo competitivo y lo social.  Al final somos como una gran familia que se reune los fines de semana.  Como en toda familia, no todos congeniamos, pero seguimos juntos y esperamos vernos la semana siguiente.

El costado virtual de TMT nos enseña que hoy en día las cosas deben exister tanto físicamente como en la web y por eso ya somos más de 1000.  La elite del tenis de mesa supongo que estará feliz, ahora que no sólo juegan 100 personas tal vez aparezcan oponentes reales. ¿Qué pasaría si fueramos 10000 o más?  En mi pueblito (Chaco) yo era el mejor al basquet... jugaban 20.  En Buenos Aires se me complicó.

¿Cuáles son tus objetivos para el futuro, tanto como jugador como con tus clubes?

Como jugador superé mis expectativas y la de los que me prejuzgaron.  Soy feliz cada vez que enfrento un torneo y es lo que pretendo para los chicos que juegan con nosotros.  Al principio más que jugar todos vamos a vivir un montón de sensaciones durante el partido (miedo, furia, fastidio, desilusión, bronca, celos, odio, tristeza) pero seguimos compitiendo porque también es el único lugar donde habitan la emoción, la euforia, el orgullo, la alegría, la felicitad, etc.  Llega un punto donde entendemos que no se trata de nosotros, sino de un juego, y más que sentir me dedico a jugar hoy.  Sólo me preocupo por anular las intenciones del contrario y llevar el juego hacia mi favor.

¿Alguna última reflexión que quieras compartir con el resto de nosotros?

Me pasó que griten, que pidan puntos míos, que discutan, que festejen la casualidad... es lo que espero de mi rival y no

TENIS DE MESA PARA TODOS