¿Cómo empezaste a jugar al tenis de mesa?

Mi poca historia, sacando mis principios “pimponeros”, se remonta a cuando por el año 2005  estando en el Polideportivo Martín Fierro el profesor era Fernando Ibarra y me recomendó ir a entrenar a donde él daba clases, la Escuela Cangallo.  Pobre Fernando, lo que tuvo que lidiar conmigo que sólo cortaba de ambos lados y más aún para sacarme un golpe de revés que no sea cortado.  Por las vueltas de la vida, tres semanas después de mi primera clase Fernando tuvo que Cangallo y yo también dejé.

Más adelante estuve en el Polideportivo Parque Patricios desde Julio de 2006 con Diego Temperley, aunque iba una vez por semana.  Sinceramente iba a jugar partidos y no a entrenar.  Por Enero de 2007 al estar de vacaciones en el Polideportivo, Diego me sugirió de ir a Alvear, en el cual también estuve 3¡tres semanas.

La conclusión de mis pocos días en los clubes es que siempre tengo problemas con los entrenadores ya que no me gusta hacer ni repetir ejercicios, o el famoso “corralito”, y prefiero jugar partidos directamente e intentar aplicar las cosas ahí y a mi modo.  Me gusta entrenarme a mi ritmo.    

¿Cómo describirías tu estilo de juego?  ¿Contra qué estilos te sentís más cómodo?  ¿Contra cuáles te cuesta más?

Me gusta jugar lejos de la mesa y cuando me queda seguro, ataco.  Casi siempre dejo tomar la iniciativa al rival, soy de bajonearme mucho cuando no me salen las cosas en un partido, y más si me hacen varios “bagres”.  Odio cortar aunque no lo parezca, ya que lo hago muy seguido cuando estoy en apuros.  Juego con gomas lisas: de revés uso una Butterfly Sriver EL, generalmente para bloquear, y en el drive una Donic Coppa para atacar, la cual fue obsequiada por Diego Temperley.

Me siento más cómodo contra los que juegan ofensivamente y con gomas lisas.  Me cuestan mucho pero mucho los lapiceros, y me complican los que juegan con puntos cortos.  Cada uno tiene un estilo diferente y por lo tanto hay que implementar una táctica diferente.