La Escuela Técnica ORT Almagro fue la sede de la Gran Final de la Liga UNITEM, cerrando así con broche de oro la primera edición de esta competencia que reunió a más de 100 chicos de 11 colegios diferentes.
Los jugadores llegaron temprano el Domingo 4 de Julio al auditorio de la ORT. La tristeza ocasionada por la derrota de la selección el día anterior ya empezaba a disiparse y era hora de ponerse a punto para la recta final de la competencia.
Para llegar hasta allí los equipos habían tenido que competir en la fase clasificatoria, disputada a lo largo de tres jornadas. Pero la meta siempre había sido la Gran Final y ahora el momento había llegado.
Las luces se apagaron, la cuenta regresiva comenzó y una sirena indicó que la Gran Final estaba ahora oficialmente en marcha. El fixture fue desplegado en la pantalla gigante a la vez que los primeros partidos del día eran anunciados por los altoparlantes. Los equipos se fueron ubicando paulatinamente en alguna de las seis mesas ALMAR donde deberían competir.
La excelente labor de los veedores (en su gran mayoría jóvenes jugadores de tenis de mesa que con gran vocación se volcaron a la tarea de ayudar en la organización) más el hecho de que cada colegio había recibido de antemano una copia del fixture con el detalle de la hora y la mesa en donde deberían disputar cada partido fueron detalles cruciales para una efectiva organización permitiendo que la jornada se desarrolle fluidamente y sin demoras.
El torneo fue avanzando y antes de las finales llegó el turno de la exhibición. Las luces se enfocaron en la mesa principal y, al son de “The final countdown”, Rodrigo Gilabert, Fermín Tenti, Diego Teplitzky y Paula Fukuhara tomaron el centro de la escena para demostrar sus habilidades ante un público de 200 personas que observaba incrédulo las destrezas de estos deportistas.
Entre sidespin y sidespin, Rodrigo contó cómo fue que él mismo se inició en un colegio, la Escuela Cangallo (y los chicos del Cangallo respondieron con aplausos), transmitiéndole al centenar de chicos allí presentes que, con esfuerzo y dedicación, ellos también pueden llegar a lo más alto.
Por último y para cerrar la exhibición, los campeones panamericanos sub-13 (Tenti y Teplitzky) desafiaron al doble mixto de la selección mayor (Gilabert y Fukuhara) en un partido que pudo ser seguido por los espectadores a través de un contador electrónico proyectado en la pantalla gigante.
Con un sensacional ambiente tras este increible show, llegó el turno de la final del torneo. Las luces, el humo y el tema de Rocky (“Eye of the tiger”) les indicaron a los finalistas que era hora de entrar en acción.
La final de la categoría Secundaria fue muy disputada, con el equipo de la Escuela Fray Cayetano J. Rodríguez (sí, los chicos que viajaron 160 km. desde San Pedro durante todo el semestre para competir en esta Liga) venciendo por 2 a 1 a un muy competitivo equipo de Nichia Gakuin, guiado por Dardo Cabrera, que tuvo en Victor Wang a muy probablemente el mejor jugador del torneo.
Por su parte, la final de la categoría Primaria fue directamente para el infarto. Los chicos del Instituto Dr. José Ingenieros y de la Escuela Técnica ORT Belgrano disputaron cada tanto como si fuera el último y brindaron un espectáculo realmente formidable.
Finalmente fue victoria para el equipo dirigido por Paula Fukuhara, y los chicos de amarillo corrieron a abrazarse y festejar junto a sus compañeros, eufóricos por el emocionante triunfo conseguido.
Concluida la competencia llegó el turno de la premiación, pero previo a la entrega de los trofeos y medallas se proyectó un video con lo mejor de la Liga al que los chicos respondieron con risas y aplausos cuando les tocaba aparecer en la pantalla gigante.
Después del video se mencionaron las posiciones finales y tanto los campeones de las Rondas Consuelo como los campeones, sub-campeones y terceros puestos de la Liga subieron al e
