
Poco más de 7 años pasaron desde que Alejandro Gómez tuvo la
idea de armar un circuito de tenis de mesa bajo el lema (¡hoy demasiado visto!) 'para
Todos'.
A mediados de 2004 cuando entré en el Club República de Caseros, invitado por un
cartel sobre clases de tenis de mesa que estaba pintado en la puerta, descubrí un mundo nuevo. A
pesar de que era un entusiasta del ping pong y jugaba con amigos cuando podía, no tenía conocimiento
de los lugares de práctica ni de ningún tipo de competencia. Me recuerdo mirando sorprendido el
ranking de TMT colgado en una cartelera que contaba en ese momento con más de 100
jugadores.
En pocos meses comencé a colaborar con Alejandro en el circuito, aumentando mi
participación en el mismo con el paso de los años. Fueron tiempos de interminables charlas, viajes,
de marchas y contramarchas, de crecimiento. El objetivo siempre era el mismo: sumar la mayor
cantidad posible de jugadores al deporte. Para eso sabíamos que la clave era promover y colaborar
con la apertura de nuevos clubes y seguir generando oferta de torneos, como una forma de atraer al
aficionado.
Con el pasar de los años los 100 jugadores se transformaron en más de 1600 y los
clubes adheridos en más de 40. A pesar de que el último año no fue el mejor para nosotros, pudimos
no bajar de la barrera de los 1000 jugadores activos, una cantidad soñada e inédita si nos
remontamos al 2004. Casualmente la última semana también rompimos la barrera de los 100.000 partidos
y los 800 torneos.
Siempre estuve convencido de que el corazón del circuito es su página web.
Por eso si llegamos hasta acá, es por la colaboración de Eduardo Gómez, que dedicó incontables horas
de programación con nula o escasa remuneración para llevar a la realidad las ideas (a veces
desmesuradas) que se nos ocurrían.
Finalmente quiero dejar unas palabras sobre la pregunta
que me hicieron tantas veces estas semanas: ¿Por qué?. Después de estos años de trabajo la
motivación que teníamos en un comienzo ya no era la misma. Habíamos llevado el proyecto a un punto
donde nos era dificil seguir avanzando y no queríamos que se desvirtúe el objetivo original del
mismo. Nos parecía que quién podía aprovechar más el circuito era Fetemba y ellos también estaban
interesados en hacerlo, por lo cuál le dimos prioridad en la compra y a partir del primero de marzo
será completamente de su propiedad. Creo que esto puede potenciar, tanto al circuito como a la
Federación, y acelerar el desarrollo del deporte. Las posibilidades que se abren son muchas y muy
buenas.
Con esta nota me despido formalmente de la dirección del circuito, aunque seguiré
colaborando en el corto plazo desde la parte administrativa para ayudar a la
transición.
Quiero agradecer a Alejandro por haberme dado la oportunidad de compartir este
proyecto y a todos los jugadores, coordinadores, colaboradores y amigos que también lo hicieron
posible. Disfruté y aprendí mucho en TMT
¡Espero que ustedes
también!¡Hasta cualquier momento!